Lugar

La provincia de Salta es reconocida por su extraordinaria belleza y su patrimonio vitivinícola centenario. La gran mayoría de sus vides están plantadas en los Valles Calchaquíes, una sucesión de valles que se extienden de norte a sur a lo largo de la precordillera andina y cuyo majestuoso paisaje está dominado por un desierto mineral intercalado con algunos oasis de verdor a lo largo de las riberas de los ríos.
Las principales haciendas vitivinícolas se concentran en torno a Cafayate, un pequeño poblado ubicado a 1700 metros sobre el nivel del mar, mientras que los Altos Valles Calchaquíes, de difícil acceso y con pocos recursos, son la última frontera, donde cultivar vides y elaborar vino es un logro.
En el corazón de los Altos Valles Calchaquíes, a 2200 metros sobre el nivel del mar, nuestra finca de tan sólo 4 hectáreas de viñedos se ubica en el pequeño pueblo homónimo de Seclantas Adentro.

Terruño

A esta altura, las condiciones climáticas son extremas: la radiación solar es particularmente intensa, los inviernos son fríos, las heladas son frecuentes y la amplitud térmica, es decir, la diferencia de temperatura entre el día y la noche, puede alcanzar los 25°C en verano.
Esta diferencia de temperatura favorece la concentración de taninos y la conservación de la acidez en las uvas.
El suelo es arenoso con piedras calizas. Está formado por depósitos aluviales sobre una base de granito. Muy profundo, bajo en materia orgánica y permeable, permite que la uva desarrolle aromas únicos.

uvas de malbec en las viñas

Viñas

Desde 2007 plantamos 4 hectáreas de viñas francas de pié con una exposición óptima para cada una de las variedades de uva. Si el malbec recibe el sol directamente, el tannat está protegido por el follaje de los molles o aguaribay, árboles de pimienta rosa.
Desde un principio, la gestión de la finca tuvo como objetivo la mínima intervención en el viñedo y el absoluto respeto por el terruño.
El agua, vital para la supervivencia de las vides en este ambiente desértico, proviene de los deshielos de los Andes en primavera y de las lluvias en las altas montañas en verano. Es conducida por canales de una notable complejidad que datan de la época de los Incas y son administrados por la comunidad.
Desde el viñedo hasta la bodega, todas las etapas de la elaboración del vino son íntegramente artesanales, reflejando así nuestra visión exigente, respetuosa de la tierra y sus productos.
El momento de la vendimia se elige cada año cuando la uva está en su punto óptimo de maduración.
Los rendimientos son muy bajos, como se puede imaginar, en torno a los 20 hl/ha.